
En apenas 14 días, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) se desprendió de US$1.768 millones para contener el avance del dólar oficial, en un contexto de creciente incertidumbre económica y presión cambiaria. Solo este viernes, la autoridad monetaria vendió US$31 millones, cerrando la semana con una pérdida de US$131 millones, una cifra menor a los US$437 millones de la semana previa y los US$1.008 millones de la anterior.
La intervención oficial tiene como objetivo sostener la devaluación mensual del tipo de cambio en torno al 1%. Sin embargo, este esfuerzo ha dejado al BCRA en una situación delicada: las reservas internacionales volvieron a caer el viernes en US$193 millones, ubicándose en US$25.111 millones, muy cerca del umbral simbólico de los US$25.000 millones.
El panorama se complica aún más por el contexto internacional. La amenaza de una posible guerra comercial global, las tensiones por las negociaciones comerciales y la caída en los precios de los commodities —clave para la economía argentina— intensifican la volatilidad. En ese marco, los dólares financieros volvieron a avanzar, al igual que las cotizaciones de los contratos de dólar futuro, que subieron entre $6 y $16 en una sola jornada.
Desde el mercado, distintas consultoras alertan sobre un posible rebalanceo de portafolios por parte de los inversores, como principal causa del reciente cambio de tendencia. “La intervención del BCRA se volvió negativa ante la falta de señales claras respecto a la política cambiaria futura y las negociaciones con el FMI”, explicaron desde Facimex Valores.
Por ahora, la liquidación del agro no muestra un freno significativo —más allá del paro de aceiteros—, ni tampoco se detecta una caída en los préstamos en dólares al sector privado. Esto refuerza la hipótesis de que los movimientos actuales responden más al temor del mercado que a una dinámica estructural.
Aunque la pérdida de reservas parece haber desacelerado su ritmo, la presión sobre el dólar y la falta de definiciones oficiales mantienen en vilo tanto a los mercados como a los analistas económicos.










