El precio del petróleo Brent para entrega en agosto subió un 7,2% este viernes y alcanzó los 74,40 dólares por barril en el mercado de futuros de Londres, tras el ataque de Israel contra el programa nuclear iraní. La fuerte suba genera preocupación en los mercados energéticos, especialmente ante la posibilidad de que se bloquee el tránsito por el Estrecho de Ormuz, clave para el comercio global de crudo.
El crudo del mar del Norte, referencia en Europa, avanzó 5,04 dólares y cerró en 69,36 dólares, en el que fue el mayor salto de precios desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022.
Analistas señalan que el temor a una escalada militar en Medio Oriente podría derivar en una disrupción del suministro petrolero mundial. El conflicto también genera incertidumbre en torno a posibles represalias iraníes que afecten bases estadounidenses en la región.
Uno de los focos de alarma es el Estrecho de Ormuz, paso obligado de entre el 20% y el 35% del petróleo comercializado a nivel mundial. Cualquier alteración en esta vía marítima afectaría gravemente los envíos de crudo y gas natural licuado, lo que impactaría directamente en los precios de la energía y la inflación global.
Según Derren Nathan, analista jefe de Hargreaves Lansdown, “no solo preocupa el bloqueo del petróleo iraní, sino también una posible parálisis del transporte por Ormuz, clave también para el gas natural licuado”.
El efecto también se sintió en los mercados financieros. El índice FTSE-100 de Londres cayó 0,36%, aunque las acciones de compañías energéticas como BP y Shell subieron un 2,8% y 1,8% respectivamente. Además, el oro se disparó un 1,15% y alcanzó los 3.425 dólares la onza, consolidándose como refugio en medio de la crisis.
Por su parte, Kathleen Brooks, directora de investigación de XTB, consideró que los precios del crudo podrían estabilizarse alrededor de los 70 dólares si no hay una escalada nuclear en el conflicto.
El ataque israelí también generó reacciones diplomáticas: Estados Unidos evacuó parte de su personal de la embajada en Irak y declaró el estado de emergencia en la región. El petróleo, que ya venía en alza esta semana por avances en las negociaciones comerciales entre Washington y Pekín, suma ahora una nueva fuente de presión.










