La industria avícola argentina atraviesa una profunda crisis. Granja Tres Arroyos, una de las empresas líderes del sector, ha solicitado al gobierno un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), lo que podría derivar en el despido de hasta 700 trabajadores.
La compañía argumenta que esta medida es necesaria para reducir costos y hacer frente a una difícil situación económica, marcada por la devaluación del peso, el aumento de los costos internos y la pérdida de mercados externos.
El impacto en los trabajadores
Los trabajadores de Granja Tres Arroyos, especialmente los de la planta de Ezeiza, viven momentos de incertidumbre. La empresa ha planteado la posibilidad de reducir la plantilla en 700 empleados o aplicar descuentos salariales del 21%, lo que generaría un fuerte impacto social y económico en las familias de los trabajadores.
Un sector en crisis
La situación de Granja Tres Arroyos refleja una problemática más generalizada en el sector avícola. La pérdida del mercado chino, uno de los principales destinos de las exportaciones argentinas de pollo, ha sido un duro golpe para las empresas del sector. Además, la competencia de otros países, como Brasil, con monedas devaluadas, ha dificultado la exportación de productos argentinos.
El gobierno en el medio
El gobierno nacional se encuentra en una situación compleja. Por un lado, debe garantizar la protección de los trabajadores y evitar el aumento del desempleo. Por otro lado, debe buscar soluciones para fortalecer el sector avícola y mantener la competitividad de las empresas argentinas en el mercado internacional.
¿Qué pasará con los trabajadores?
En los próximos días se conocerán más detalles sobre el futuro de Granja Tres Arroyos y sus trabajadores. Las negociaciones entre la empresa y los sindicatos serán clave para encontrar una salida a esta crisis. Con informacion de Clarín










