Se preparan para un nuevo ajuste en sus bolsillos. Las compañías petroleras, lideradas por YPF, están evaluando un incremento en los precios de los combustibles de alrededor del 3% para el mes de diciembre. Esta medida se suma a una serie de aumentos en distintos rubros que presionan la inflación y complican la economía de las familias.
Según fuentes del sector, la devaluación del peso prevista para diciembre, junto con el incremento del precio del barril de petróleo Brent, justificarían este nuevo ajuste. Sin embargo, la decisión final dependerá de la política de precios que adopte YPF, que tiene un peso significativo en el mercado local.
Esta nueva suba se produce en un contexto de caída en las ventas de combustibles. Tanto la nafta como el gasoil registraron disminuciones interanuales en octubre, lo que refleja una menor actividad económica y un menor poder adquisitivo de los consumidores.
La combinación de estos factores genera preocupación sobre el impacto que tendrá este aumento en la inflación general. En un contexto económico complejo, donde muchos argentinos ya sienten el impacto de la inflación en su día a día, este nuevo ajuste se suma a la lista de preocupaciones. Con información de Na y BAE
