
La ola de calor que afecta a gran parte del país está poniendo en jaque al sector agropecuario. Según los últimos informes de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), gran parte de la región agrícola núcleo presenta una preocupante disminución en las reservas de agua en el suelo. Mapas recientes reflejan zonas teñidas de amarillo y naranja, señal de sequía o reservas escasas, mientras las lluvias no se esperan hasta después del 15 de enero.
Impacto en los cultivos
Localidades como Pergamino y Junín, en Buenos Aires, enfrentan condiciones críticas, especialmente en cultivos de maíz temprano, donde las primeras plantas muestran signos de secado en la base. También la soja, en etapa de floración, necesita precipitaciones urgentes para evitar pérdidas significativas.
“La situación es grave. Los maíces sembrados en octubre, en pleno período de panojamiento, requieren lluvias inmediatas. Las temperaturas elevadas agravan el estrés hídrico y comprometen el rendimiento de los cultivos”, explicó la ingeniera agrónoma María José Dickie, del INTA.
Por su parte, los maíces tardíos, que aún se encuentran en estado vegetativo, también están en riesgo por las altas temperaturas. Otros cultivos como el girasol y el algodón atraviesan situaciones similares debido a la falta de agua.

Pronósticos de lluvias
El climatólogo Germán Heinzenknecht señaló que las lluvias podrían llegar después del 15 de enero, con acumulados estimados entre 20 y 30 milímetros en zonas como Santa Fe, Córdoba y el norte de Buenos Aires. Sin embargo, enfatizó que estas precipitaciones no serán suficientes para reponer completamente las reservas hídricas.
“El escenario debe monitorearse de cerca. Aunque podría haber un alivio parcial hacia el 17 de enero, las lluvias no serán suficientes para revertir las pérdidas actuales”, afirmó Heinzenknecht.
Ola de calor en curso
El climatólogo Leonardo De Benedictis advirtió que esta semana podría marcar el inicio de la primera ola de calor del año, con temperaturas en aumento y vientos del norte que complicarán aún más la situación hídrica. “La zona central y el noreste argentino serán las más afectadas”, indicó.
Reservas críticas
Según la ORA, en localidades de Entre Ríos, las reservas de agua pasaron de regulares a deficitarias, mientras que en el sur de Santa Fe y el noreste de Buenos Aires los lotes de maíz temprano enfrentan condiciones similares.
El panorama exige medidas urgentes y un monitoreo constante de las condiciones climáticas. Aunque se espera un alivio parcial, la crisis hídrica podría tener impactos profundos en la producción agrícola del país.










