El Índice de Condiciones Financieras (ICF), elaborado por Econviews y el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), mostró una fuerte mejora en mayo, al subir 33 puntos y alcanzar las 52,1 unidades. Con este resultado, el semáforo del clima financiero pasó de rojo a amarillo, tras haber tocado su peor nivel desde octubre de 2023.
El rebote fue impulsado por dos factores clave: la incorporación plena del acuerdo con el FMI al subíndice local y una tregua temporal en la guerra comercial de Estados Unidos con China, dispuesta por Donald Trump. El subíndice local creció 6 puntos, mientras que el internacional avanzó 27, recuperando terreno tras un abril marcado por la volatilidad.
En el plano externo, el informe explicó que la pausa de 90 días anunciada por Trump en los aranceles y las nuevas negociaciones bilaterales ayudaron a calmar los mercados. La baja de aranceles a China (de 145% a 30%) y la recuperación del índice S&P 500 fueron claves para que el VIX y otros indicadores pasaran de “estrés severo” a “estrés moderado”.
Sin embargo, la calma podría ser transitoria. A inicios de junio, Trump duplicó los aranceles al aluminio y acero, lo que podría reactivar la tensión comercial global. “La situación externa continúa muy inestable”, advirtieron desde Econviews.
En el frente interno, se destacó la implementación de bandas de flotación cambiaria. En mayo, el dólar promedió $1.149, dentro de la franja prevista. Además, se redujo el pass-through de la devaluación, bajaron las expectativas de salto cambiario y mejoró la inflación núcleo.
El Banco Central también logró acumular reservas sin intervenir en el mercado, cumpliendo con una de las condiciones del plan oficial. No obstante, el riesgo país se mantiene en torno a los 700 puntos, reflejando incertidumbre sobre la capacidad de pago de deuda. A eso se suman señales preocupantes en el turismo y el balance cambiario.










