Los mercados mundiales reaccionaron con fuertes caídas luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara nuevas tarifas arancelarias a las importaciones de varios países, incluyendo China, Japón, la Unión Europea y Argentina.
La decisión desató un efecto dominó en las principales bolsas del mundo, con retrocesos abruptos en Asia y una fuerte caída en los futuros de Wall Street y Europa, generando temores de un «jueves negro».
Impacto en los mercados asiáticos
Las bolsas de Asia abrieron con desplomes significativos:
- Nikkei (Tokio): bajó un 3,76%, con pérdidas de 1.342,27 puntos, afectado por los nuevos aranceles del 24% a Japón.
- Hang Seng (Hong Kong): cayó un 1,7%, con fuertes retrocesos en gigantes tecnológicos como Alibaba (-5,86%), BYD (-4,55%) y Lenovo (-4,87%).
- Bolsa de Shanghái: pérdidas moderadas del 0,34%.
- Bolsa de Seúl: el Kospi cayó 1,16% y el Kosdaq, 0,27%.
China, principal afectado por la decisión de Trump, enfrenta aranceles del 34%, lo que golpea aún más sus exportaciones y agrava la guerra comercial.
Wall Street y Europa en caída libre
Los futuros de las bolsas en EE.UU. y Europa también reflejan la incertidumbre:
- Dow Jones: cayó 0,5% en el aftermarket.
- S&P 500: perdió 1,6%.
- Nasdaq: se desplomó 4%, afectado por la caída de las «7 Magníficas» (las grandes tecnológicas).
Entre las acciones más golpeadas:
- Apple: -6,2%
- Tesla: -4,9%
- Amazon y Meta: -4,9% y -3,6% respectivamente.
- Alphabet, Microsoft y NVIDIA: retrocesos de 2,7%, 1,9% y 3,7%.
En Europa, el pánico financiero también se hizo sentir:
- Bolsa de Frankfurt: -2,4%
- Bolsa de París: -2,1%
- Bolsa de Londres: -0,8%
Mientras los inversores huyen de los mercados bursátiles, buscan refugio en activos seguros como el oro, que alcanzó un nuevo récord histórico al superar los US$ 3.200 por onza.
Reacciones globales y posibles represalias
Desde la Unión Europea y otras economías afectadas, ya se anticipan contramedidas contra Estados Unidos, lo que podría profundizar la crisis y generar una recesión global.
Trump justificó su decisión alegando que busca proteger la economía estadounidense, aunque sus medidas han generado fuerte incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros internacionales.










