
El huracán Melissa, de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, tocó tierra este martes en Jamaica, dejando un saldo inicial de tres muertos y más de 1,5 millones de personas potencialmente afectadas, según informó la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC).
El Ministerio de Salud y Bienestar de Jamaica confirmó que las víctimas fallecieron durante las tareas de preparación previas al impacto directo del ciclón. Además, se reportaron cuatro muertes adicionales en Haití y República Dominicana, países que también sufrieron el paso del sistema tropical.
De acuerdo con el último parte del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, emitido a las 3:00 de la madrugada (hora argentina), Melissa se ubicaba a 215 kilómetros al sureste de Kingston, capital jamaiquina, y a unos 500 kilómetros al suroeste de Guantánamo (Cuba), con vientos sostenidos de 280 km/h y rachas superiores.

Categoría 5 y daños catastróficos esperados
El NHC advirtió que Melissa mantiene su estatus de huracán mayor, con potencial para causar daños estructurales totales en edificaciones expuestas y zonas costeras. “Se esperan fluctuaciones en su intensidad, pero seguirá siendo un ciclón extremadamente peligroso”, indicaron los meteorólogos.
La IFRC alertó que al menos 1,5 millones de personas podrían verse afectadas directamente en Jamaica, aunque la cifra podría ser aún mayor. “El impacto será masivo”, declaró en Ginebra Necephor Mghendi, jefe de la delegación regional de la organización.
Lluvias extremas y evacuaciones masivas
Melissa podría descargar más de 100 centímetros de lluvia en algunas zonas, provocando inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra. Las autoridades locales ordenaron evacuaciones masivas en comunidades costeras y emitieron alertas rojas por vientos huracanados, marejadas y cortes de energía.

Los meteorólogos no descartan que Melissa se convierta en el huracán más fuerte registrado en la historia moderna de Jamaica, con ráfagas que superan los 282 km/h y un radio de afectación que alcanza a gran parte del Caribe occidental.
La lentitud del avance del sistema, sumada a su potencia, genera preocupación adicional entre los especialistas, que advierten que el fenómeno podría prolongar sus efectos devastadores durante varios días.







