
La ciudad de Paraná continúa sin servicio de colectivos desde la madrugada de este viernes en medio del conflicto entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA), las empresas nucleadas en Buses Paraná y la Municipalidad.
El gerente de Mariano Moreno, Marcelo Lischet, sostuvo que la situación es “insostenible” y denunció que el Municipio adeuda $1.500 millones en subsidios desde enero. “La empresa no es rentable. Nos reconocen $2.370 de costo por kilómetro, mientras que a la firma que asumirá la concesión a fin de año le reconocen más de $5.000. Es un trato desigual”, remarcó en declaraciones a Canal 9 Litoral.

Según explicó, la recaudación por boletos y los aportes actuales solo permiten cubrir “la mitad de los sueldos, el combustible y algunos repuestos”, lo que impide regularizar los haberes de los choferes y levantar la medida de fuerza.
Desde el Municipio, en tanto, la gestión de Rosario Romero rechazó las acusaciones y negó la deuda. Sin embargo, la falta de consenso mantiene paralizado el servicio y afecta a miles de usuarios que dependen del transporte público.

“Es difícil de solucionar el problema cuando no hay ánimo de solución. Parece que somos personas no gratas. Cuando tuvimos que hacer las inversiones, las hicimos, pero después nos empezaron a retacear los ingresos”, cuestionó Lischet, responsabilizando al Ejecutivo municipal por la crisis.
Leé tambien: Conciliación obligatoria: el Gobierno busca garantizar el transporte público en Paraná – Elochodigital.com
Mientras tanto, la Secretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, aunque desde el gremio reiteraron que no habrá levantamiento del paro hasta que se regularice el pago de salarios. (Con información de 9Litoral)









