Este fin de semana concluyeron las obras programadas para mejorar la distribución de agua potable en la ciudad de Paraná, en el marco del Plan del Agua Potable que lleva adelante el municipio. Las tareas se desarrollaron en dos frentes simultáneos: la Toma Nueva sobre el río Paraná y la intersección de calles Pellegrini y Paraguay, cumpliendo con los plazos previstos y minimizando el impacto en los hogares gracias a las bajas temperaturas.
En la Toma Nueva, se conectaron nuevos capacitores en el sistema eléctrico para corregir el factor de potencia, lo que permitirá un funcionamiento más eficiente del equipamiento y un importante ahorro energético. Esta mejora es fundamental para preservar la infraestructura clave que abastece a la ciudad.
Por otra parte, en el cruce de Pellegrini y Paraguay, se reemplazaron válvulas obsoletas y fuera de servicio, algunas con más de 100 años de antigüedad. Se instalaron cuatro nuevas válvulas de gran porte que mejorarán sustancialmente la eficiencia operativa del sistema de distribución, especialmente en el área central de Paraná.
Durante el desarrollo de los trabajos, hubo baja presión o interrupciones temporales del suministro en el centro de la ciudad y en los barrios Hipódromo, Rocamora y un sector de Santa Lucía. El servicio se irá normalizando progresivamente entre este sábado y el domingo.
Además, en paralelo, una cuadrilla de la Subsecretaría de Obras Sanitarias trabajó en un operativo de emergencia para reparar un conducto de 250 milímetros dañado en calle López Jordán y Churruarín. La intervención se extendió hasta pasado el mediodía y permitió restablecer el servicio en la zona afectada.
Estas acciones forman parte de un plan integral de renovación de infraestructura hídrica, que incluye obras ya concretadas y otras próximas a ejecutarse, para garantizar el acceso sostenible al agua potable en toda la ciudad.










