La noche del miércoles regaló un espectáculo astronómico que cautivó a miles de argentinos: la Luna de Fresa, un fenómeno visualmente impactante que fue captado desde diversos puntos del país como Paraná, Villa Gesell, Neuquén, Tanti y San Luis.
Aunque su nombre podría sugerir un cambio de tonalidad, la Luna no adopta un color rosado o rojizo. La denominación proviene de las tradiciones de los pueblos originarios de América del Norte, quienes asociaban esta Luna llena de junio con la floración de una planta rojiza similar a la fresa.

El presidente de la Fundación Observar, Walter Elías, explicó que “desde el punto de vista astronómico, la Luna llena ocurre cuando el Sol ilumina completamente su superficie”. Aclaró además que, al estar tan iluminada, se ven menos detalles a través del telescopio, comparado con otras fases donde el ángulo de iluminación revela más características de su superficie.

Otro aspecto interesante es la inclinación de la órbita lunar, que tiene 5,15 grados respecto al plano de la Tierra y el Sol. Esto permite que tengamos una Luna llena cada mes y, aproximadamente cada seis meses, un eclipse lunar.

En redes sociales, el fenómeno generó una gran repercusión. Miles de usuarios compartieron fotos y videos, destacando la belleza de una Luna que, sin cambiar de color, logró fascinar por su brillo y presencia en el cielo argentino.