Un impactante siniestro vial ocurrido en la madrugada de este domingo en la ciudad de Paraná volvió a poner en evidencia los riesgos del alcohol al volante. Un hombre que conducía con 2.44 gramos de alcohol por litro de sangre perdió el control de su vehículo e impactó violentamente contra una de las punteras de Avenida Ramírez, a la altura de calle Urdinarrain.
El accidente se registró cerca de las 5:30 de la mañana, cuando el conductor circulaba por Urdinarrain y, al intentar incorporarse a Ramírez, colisionó de lleno contra el cantero central, una estructura de hormigón que divide los carriles de la transitada arteria.
Afortunadamente, no se registraron personas heridas ni víctimas fatales, aunque el vehículo sufrió severos daños en su parte frontal, producto del fuerte impacto.
Control y test de alcoholemia positivo
Personal de la Dirección de Tránsito Municipal y de la Policía de Entre Ríos acudió rápidamente al lugar del siniestro. Allí se le practicó al conductor el test de alcoholemia, que arrojó un resultado de 2.44 g/l, casi cinco veces superior al máximo permitido por la Ley Nacional de Tránsito (0.5 g/l).
Tras el procedimiento, el vehículo fue retenido preventivamente y se labraron las infracciones correspondientes. Las autoridades municipales confirmaron que el conductor se encontraba en evidente estado de ebriedad y que se procederá conforme al protocolo establecido para estos casos.
Refuerzo de controles y prevención
Desde el área de Tránsito informaron que se intensifican los operativos de control durante los fines de semana, especialmente en las zonas con mayor circulación nocturna, con el objetivo de reducir los siniestros viales relacionados con el consumo de alcohol y sustancias.
La Avenida Ramírez —una de las principales arterias de la capital entrerriana— ha sido escenario de múltiples accidentes en los últimos meses, la mayoría registrados durante la madrugada.
Las autoridades reiteraron el llamado a la responsabilidad de los conductores, recordando que manejar bajo los efectos del alcohol pone en riesgo la vida propia y la de terceros.
“Es fundamental que la ciudadanía tome conciencia. Conducir alcoholizado no es un error menor, es una conducta que puede terminar en tragedia”, señalaron desde Tránsito Municipal.
En foco: seguridad vial y concientización
El municipio continúa promoviendo campañas de educación vial y reforzando la presencia de agentes en los principales accesos y avenidas de la ciudad. Los controles incluyen test de alcoholemia, verificación de documentación y sanciones por maniobras peligrosas o ruidos molestos.
Las autoridades recordaron que el consumo de alcohol multiplica por diez las probabilidades de protagonizar un siniestro y que el límite permitido busca garantizar condiciones mínimas de seguridad en la conducción.
