Pablo Laurta
Pablo Laurta

El caso Pablo Laurta continúa generando conmoción en todo el país. El hombre, acusado de asesinar a su expareja Luna Giardina y a su exsuegra Mariel Zamudio, además de ser el principal sospechoso del homicidio del remisero Martín Palacio en Concordia (Entre Ríos), fue trasladado a la cárcel de Cruz del Eje, en Córdoba, donde permanece bajo un estricto régimen de aislamiento y vigilancia permanente las 24 horas.

Laurta fue capturado en Gualeguaychú tras un intenso operativo policial que abarcó varias provincias y puso fin a su fuga de varios días junto a su hijo de 5 años. Durante su traslado, volvió a hacer declaraciones que generaron repudio:

“Hice lo necesario para rescatar a mi hijo”, dijo ante las cámaras, sin mostrar signos de arrepentimiento.

Un acusado “sin remordimientos”

El ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, brindó detalles del operativo y describió la actitud del detenido como “absolutamente fría y calculadora”.

“Vi a una persona que tiene cero arrepentimiento. No soy perito ni psicólogo, pero su conducta fue la de alguien que sabía cada paso que daba, dónde iba y qué hacía”, afirmó el funcionario.

Quinteros también relató la tensión dentro del penal durante el ingreso del acusado:

“Esos 30 o 40 metros que caminó, escuché barbaridades que le gritaron otros presos. El clima era muy hostil”, señaló.

Estuvo a minutos de cruzar a Uruguay

Uno de los datos más relevantes de la investigación es que Laurta estuvo a punto de escapar del país antes de ser capturado.

“Estábamos a 40 minutos de que se fuera del país. Lo escuchábamos en parlante abierto por la intervención telefónica”, reveló Quinteros.

El acusado había pedido un remis desde un hotel en Gualeguaychú con destino a Puerto Yeruá, donde —según las pericias— tenía una canoa preparada para cruzar el río Uruguay hacia territorio extranjero. La rápida intervención de las fuerzas de seguridad evitó su huida y permitió detenerlo antes de que lograra salir del país.

Avanza la investigación judicial

La causa está a cargo de la Fiscalía de Violencia de Género de Córdoba, que investiga la planificación del doble femicidio ocurrido en Villa Serrana y las posibles colaboraciones logísticas que habrían facilitado la fuga de Laurta.

Los fiscales analizan además la conexión entre los tres crímenes atribuidos al acusado y los movimientos que realizó antes de ser capturado. Se trata de un caso que combina violencia de género, persecución y un intento de evasión internacional, y que podría derivar en una acusación por triple homicidio agravado por el vínculo y la violencia de género.

Conclusión:

El traslado de Pablo Laurta a una celda de aislamiento en Cruz del Eje marca una nueva etapa en una investigación que busca esclarecer los motivos y la mecánica detrás de una cadena de crímenes que sacudió al país. La justicia avanza en la recolección de pruebas y en el análisis psicológico del acusado, descrito como frío, metódico y sin arrepentimiento. (El Doce)

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