
En los últimos días la causa por el triple crimen de Florencio Varela dio un giro, luego de que una de las detenidas señalara a Joseph Freyser Zavaleta Cubas, mejor conocido como «Señor J», como el autor intelectual de los asesinatos de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15). Se trata del presunto líder de la organización narco “Los Pulpos de Trujillo”, que está bajo arresto en el marco de otro caso y que este martes será indagado.
Zavaleta Cubas, de 31 años, es un ciudadano peruano que ya estaba preso en la Alcaldía Cavia de la Policía Federal, en el barrio porteño de Palermo, por una causa vinculado al tráfico de drogas. Estaba próximo a ser extraditado a su país de origen, pero su situación cambió por su supuesta implicancia con las jóvenes que fueron torturadas y asesinadas el 19 de septiembre pasado, por lo que se pausó su derivación.
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En ese sentido, «Señor J» ahora fue imputado por “privación ilegal de la libertad activa agravada por la pluralidad de intervinientes y por ser una de las víctimas menor de edad en concurso real con homicidio agravado por ser premeditado de dos o más personas, por ser cometido con alevosía y ensañamiento y por violencia de un hombre hacia una mujer, y criminis causa”. Finalmente, el fiscal Adrián Arribas lo indaga este martes en la sede judicial de San Justo.
Su nombre surgió a partir de la declaración de una mujer que habló bajo «identidad reservada» y sostuvo que habría ordenado los asesinatos desde la cárcel, a través de un celular. Asimismo, lo mencionó como el «número dos» de la organización que integraría otro de los sospechosos, Tony Janzen Valverde Victoriano –alias «Pequeño J»–, la cual operaría desde las villas 1-11-14 y Zavaleta, en la Ciudad de Buenos Aires, con puntos de de distribución en el sur del Conurbano bonaerense.
Ese dato fue reforzado luego de una nueva indagatoria de Celeste González Guerrero, una de las primeras detenidas en la causa, que dio las primeras pistas a los investigadores y recientemente solicitó pidió ser colaboradora si esta pasa al fuero federal. La mujer al parecer alquilaba la casa en la que se cometió el triple crimen y era pareja de Miguel Villanueva (arrestado y presunto miembro de la banda), y explicó el esquema y los apodos dentro del grupo.
De esta manera identificó a Zavaleta Cubas como «Papá», nombre que tiene en esa jerga el encargado de receptar grandes partidas de droga y entregársela a los «Tíos», quienes las distribuyen. Por encima de ellos está el «Abuelo», productor de los estupefacientes y cerebro de la operación; y debajo los «Pequeños» y «Bebés», quienes finalmente la reparten y venden.
Acorde a estas declaraciones, «Señor J» sería también el dueño de la cocaína que fue robada y que, según la hipótesis oficial, es el móvil de los femicidios de Brenda, Morena y Lara.
Se cree que el líder narco habría organizado sus asesinatos desde la cárcel y que también habría visto la transmisión en vivo de la sesión de torturas que se les realizó a las jóvenes antes de matarlas. Las versiones dicen que al menos una de las víctimas pudo ser utilizada para robar la partida o que las habrían secuestrado para obligarlas a decir en donde estaba, algo que aún no está confirmado.
Triple crimen: 11 detenidos y tres prófugos
Además de Zavaleta, «Pequeño J», González Guerrero y Villanueva Silva, la causa tiene otros siete detenidos. Los primeros en ser capturados fueron Maximiliano Parra (18) e Iara Ibarra (19), quienes fueron descubiertos limpiando con lavandina las manchas de sangre halladas en la casa de Villa Vatteone.
Después atraparon a González Guerrero y su pareja, que se escondían en un hotel alojamiento. Más tarde cayó Víctor Sotacuro Lázaro (41) en Bolivia, acusado de ser el conductor de uno de los autos que acompañó a la camioneta que trasladó desde La Matanza hasta Florencio Varela a las víctimas. Luego, fue el turno de su sobrina, Florencia Ibáñez (30) -que lo acompañó en el vehículo junto a otro hombre-, y de Iván Giménez (28), que habría sido contratado para cavar el pozo donde se intentó ocultar los cuerpos.
El martes 30 de septiembre arrestaron a “Pequeño J” y a Matías Ozorio (28) en la ciudad de Lima. El primero está detenido en Perú, a la espera de la extradición, y el segundo, señalado como su mano derecha, fue expulsado y trasladado a Argentina. La última sospechosa en caer es Mónica Débora Mujica (37), esposa de Sotacuro y de quien se cree que estaba al tanto de todo y formaba parte de la banda.
Por el momento hay tres prófugos que tienen circulares rojas de Interpol en su contra: los peruanos Alex Ydone Castillo, que sería amigo de Sotacuro y amante de Ibáñez; David Gustavo Huamani (alias «El Loco» David) y Manuel Valverde Rodríguez.
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