Una reliquia del beato Juan Pablo I, vinculada al milagro que permitió su beatificación, llegó a Paraná. Este fragmento de su sotana blanca es un símbolo de la conexión especial entre el Santo Padre y la ciudad.
La Catedral Metropolitana de Paraná recibió este viernes una reliquia del beato Juan Pablo I, el Papa de la sonrisa. Esta reliquia tiene una especial conexión con Paraná, ya que se relaciona con el milagro que permitió su beatificación, ocurrido en la ciudad.
Un milagro paranaense
El milagro que llevó a la beatificación de Juan Pablo I tuvo lugar en Paraná, cuando una niña de 11 años, Candela Giarda, se recuperó milagrosamente de una grave enfermedad. Según el padre José Ignacio Dabusti, quien trajo la reliquia, la intercesión del Papa fue clave en esta curación.

¿Qué es la reliquia?
La reliquia es un fragmento de la sotana blanca que Juan Pablo I utilizaba en sus actividades como Papa. Este objeto fue seleccionado para ser llevado a Paraná como un símbolo de la conexión entre el Santo Padre y la ciudad donde ocurrió el milagro.
La historia detrás del milagro
El padre Dabusti relató que cuando Candela se encontraba gravemente enferma, él y la madre de la niña pidieron la intercesión de Juan Pablo I. A pesar de que la situación era desesperada, la niña comenzó a recuperarse de manera inexplicable.
La importancia de la reliquia
La llegada de la reliquia representa un momento histórico para la comunidad católica de Paraná. El arzobispo Juan Alberto Puiggari destacó la importancia de las reliquias como un recuerdo de las personas que vivieron una vida ejemplar al servicio de Dios y los demás.
La devoción a Juan Pablo I
La figura de Juan Pablo I despierta gran devoción entre los fieles, especialmente en Paraná, donde su nombre se asocia a un milagro y a una historia de esperanza. Fuente: Elonce










