Este lunes, la comunidad despide con profundo dolor a Don Carlos “Caluncho” Cardenia, un vecino entrañable y ejemplo de hombría de bien, que con su integridad, trabajo y calidez humana se ganó el respeto y el cariño de todos.

Don Caluncho fue mucho más que un habitante del paraje La Balsa: fue su esencia misma. Durante más de cuatro décadas, fue el balsero del arroyo Las Conchas, responsable de operar con dedicación y coraje la balsa a maroma, una embarcación que él convirtió en un símbolo local reconocido en todo el país.

Su legado va más allá del oficio: era el alma de ese paisaje único, siempre dispuesto a ofrecer una palabra justa o una charla cálida en los breves minutos que duraba el cruce del arroyo. Con sabiduría y simpleza, construyó lazos con generaciones enteras que aún hoy lo recuerdan con admiración.

“Caluncho es La Balsa, Caluncho es el arroyo, Caluncho es el paisaje majestuoso de ese paraje”, dicen quienes lo conocieron y reconocen su aporte invalorable a la historia y la identidad de este rincón entrerriano.

Don Carlos partió en silencio, rodeado del amor inmenso de sus hijos, nietos y nueras, quienes supieron cobijarlo en vida del mismo modo que él les entregó amor, ejemplo y valores.

Desde Elochodigital, extendemos nuestras más sinceras condolencias a su querida familia. Hoy se va un hombre íntegro y valiente, pero su legado seguirá vivo en cada cruce del arroyo y en la memoria de su gente.

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