
El Papa León XIV expresó este jueves su profundo dolor por el reciente ataque militar de Israel contra la Parroquia de la Sagrada Familia, la única iglesia católica ubicada en la Franja de Gaza, y que se encuentra bajo la responsabilidad del sacerdote argentino Gabriel Romanelli.
“Estoy profundamente consternado por las víctimas y los heridos causados por el ataque militar a la Parroquia de la Sagrada Familia en Gaza. Aseguro a toda la comunidad parroquial mi cercanía espiritual”, manifestó el Pontífice desde el Vaticano.
El ataque se produjo en medio de la escalada del conflicto armado en el territorio palestino, donde ya se contabilizan miles de muertos civiles. Según trascendió, el templo habría sido alcanzado por fuego militar pese a estar identificado como un espacio de culto y refugio.
Llamado urgente a la paz
León XIV renovó su pedido de alto el fuego:
“Encomiendo las almas de los fallecidos a la misericordia de Dios y rezo por sus familias y por los heridos. Renuevo mi llamamiento a un alto el fuego inmediato: solo el diálogo y la reconciliación pueden garantizar una paz duradera”, afirmó con firmeza.
El llamado del Papa se suma a múltiples voces internacionales que exigen el cese de las hostilidades en Gaza, especialmente tras los ataques a objetivos civiles y religiosos que han provocado fuerte repudio global.

Presencia argentina en el epicentro del conflicto
La parroquia atacada está bajo la conducción del padre Gabriel Romanelli, un sacerdote argentino que se convirtió en una de las principales voces desde el interior de Gaza para denunciar el sufrimiento de la población civil. Aunque el sacerdote se encontraba fuera del enclave al momento del ataque, mantiene contacto permanente con su comunidad.
Romanelli ha solicitado en reiteradas ocasiones protección para los civiles, asistencia humanitaria y respeto a los lugares sagrados, convertidos en refugio de niños, mujeres y ancianos.








