Este 29 de junio, en el marco de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Papa León XIV presidió una misa en el Altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro del Vaticano, durante la cual impuso el palio arzobispal a 54 nuevos arzobispos metropolitanos. Entre ellos se encontraba Monseñor Raúl Martín, arzobispo electo de Paraná.
El palio, una banda de lana blanca con cruces negras, representa el vínculo de unidad entre los arzobispos y el sucesor de Pedro, y simboliza el compromiso pastoral en comunión con la Iglesia universal. La ceremonia fue presenciada por más de 10.000 fieles, entre asistentes dentro del templo y en la Plaza de San Pedro.
“Que este palio sea para ustedes signo de unidad y comunión con la Sede Apostólica”, pronunció el Pontífice en la fórmula solemne.
Unidad en la diversidad
En su homilía, León XIV destacó las figuras de San Pedro y San Pablo como pilares de la Iglesia y símbolos de una comunión que no anula la diversidad. Subrayó que, pese a sus diferencias y caminos personales, ambos apóstoles supieron construir una fraternidad basada en la fe.
“Comprometámonos a hacer de nuestras diversidades un taller de unidad”, instó el Papa, citando a San Agustín: “Aunque padeciesen en distintas fechas, eran una unidad”.
Un llamado a renovar la fe
Durante la ceremonia, el Papa también exhortó a los nuevos pastores a evitar el riesgo del ritualismo y encender una fe viva, centrada en Jesucristo y el discernimiento cotidiano. Hizo un especial llamado a preguntarse:
— “¿Quién es hoy para nosotros Jesús?”
— “¿Cómo podemos testimoniarlo mejor en nuestro tiempo?”
Además, saludó fraternalmente a delegaciones del Patriarcado Ecuménico y la Iglesia greco-católica ucraniana, pidiendo por la paz de sus pueblos.
Signo de comunión para Paraná
La imposición del palio a Monseñor Raúl Martín simboliza su plena integración como pastor metropolitano y representa un paso significativo en su camino hacia la toma de posesión oficial en la arquidiócesis de Paraná.
La misa culminó con un emotivo saludo personal del Papa a cada arzobispo, quien bendijo a todos con las palabras:
“Alimenten la fe en sus Iglesias locales, en unidad con el obispo de Roma”.
(Fuente: Vaticannews)
